El Salón de Usos Múltiples (SUM), el Tinglado, el Centro Comunitario, el Centro Barrial o sencillamente el Centro, son algunos de los nombres que escuchamos en los barrios cuando se hace referencia a ese espacio de encuentro colectivo.
Cuando una familia llega a un lugar donde afincarse, donde pondrá su casilla, donde edificará su vivienda, donde construirá su hogar, que es mucho más que una casa, todo el esfuerzo está puesto precisamente en eso: en la vivienda familiar.
Pero enseguida comienza a relacionarse con sus vecinas y vecinos, y escucha que hay otro espacio, que es de todxs, y al que la invitan a acercarse porque allí cobran vida muchas actividades. Puede haber un comedor, y talleres de diversos temas, y reunión de los grupos que va generando la organización barrial en repuesta a sus necesidades. Y también puede funcionar como lugar de asistencia sanitaria o de apoyo escolar. Allí se celebran acontecimientos muy significativos para las familias: bautismos, comuniones, casamientos, cumpleaños.
El Centro Comunitario es a la vida del barrio, lo que la casa es a cada familia.
Todos los barrios dejan un espacio destinado a su construcción; todas las familias lo sienten como un lugar de todxs y para todxs.
Ha habido diferentes experiencias en el modo de construirlos, tanto en la financiación de los materiales como de la mano de obra.
A lo largo del año, visitaremos los Centros de diferentes barrios y compartiremos en este portal la historia de cada uno, contada por sus dueñxs: las vecinas y los vecinos.
Si querés colaborar para que se puedan concretar los centros comunitarios que aún están por realizarse o se puedan mejorar aquellos ya gestados, podés sumar tu ladrillo a esta construcción colectiva: https://madretierra.org.ar/centroscomunitarios/