Foto: Facundo Cardella

TOMAS DE TIERRAS: UN GRITO DE AUXILIO

Las TOMAS DE TIERRAS acaecidas en el contexto de la crisis por la pandemia pusieron en agenda la extendida problemática del acceso a la tierra y la vivienda en nuestro país. Desde Madre TIerra vemos esto como una oportunidad para que la sociedad repare en los padecimientos que atraviesan los sectores más vulnerados.

A menudo, la problemática de las TOMAS DE TIERRAS es abordada en la agenda pública y mediática desde una perspectiva que omite reflexionar sobre la situación de penuria y desamparo que empuja a una familia hacia esa opción indeseada.  

Desde el corazón del Conurbano Oeste, Madre Tierra se aboca desde 1985 a la construcción de condiciones de hábitat más justas en los barrios. 

Andrea Castaño, trabajadora social e integrante de Madre Tierra, enfatiza: “Nadie quiere las tomas, a nadie que realmente necesite un lugar donde vivir le gusta tomar tierras y nadie la pasa bien haciéndolo, con lo cual hay un grado de desesperación importante en una familia que encara esa situación”.

UN ESCENARIO ANGUSTIANTE

Toma de tierras en Guernica año 2020, provincia de Buenos Aires. Una mama amamanta a su bebe sentada en unas bolsas de consorsio  que son sus unicas pertenencias.
Foto: Facundo Cardella

“Una familia toma una tierra cuando ya no le queda ninguna otra opción, no querrían tener que llegar a ese punto: el sufrimiento es muy grande”, remarca Andrea Castaño. 

Entre los múltiples padecimientos en la situación de toma se hallan la incertidumbre, la precariedad, los temores ante las variadas amenazas latentes, permanecer a la intemperie ante el frío y la lluvia sólo con dos chapas y un nailon, expuestos a las agresiones, “a que cualquiera te patee el ranchito a la noche”.

“Es una situación de angustia y de mucho dolor”, subraya Castaño. 

GRITO DE AUXILIO

En esa misma línea, Ana Pastor, también trabajadora social y coordinadora de Acción Política de Madre Tierra, afirma que las TOMAS DE TIERRAS dejan entrever “un grito de auxilio de sectores alejados de la mano del Estado hace mucho tiempo”. 

“En la provincia de Buenos Aires este problema lo arrastramos desde los años ‘80. En ese momento se acabó la posibilidad de acceder a un crédito popular por las restricciones impuestas por la deuda externa y porque la Ley de Uso del Suelo promulgada por la dictadura prohibió los loteos de tierras en la periferia”, historiza.

Madre Tierra se fundó en ese contexto de auge de TOMAS DE TIERRAS, “para buscar una respuesta a lo que consideramos la peor alternativa para una familia”, recuerda Pastor.

CANALIZAR CONFLICTOS, APORTAR SOLUCIONES

Obras de apertura de calles en el Barrio San Agustin.

Como parte de su trabajo, Madre Tierra genera planes de lotes con servicio (loteos populares dotados de infraestructura básica) en pos de la creación y desarrollo de barrios. 

En ese marco, las familias autoconstruyen sus viviendas y organizan el nuevo barrio, con el acompañamiento técnico y social de Madre Tierra.

Cuando se trata de asentamientos, en cambio, Madre Tierra interviene a demanda de la organización de pobladores.

En casos de asentamientos recientes, se propicia el armado de mesas de gestión multiactorales para la contención y la resolución pacífica de los conflictos.

En aquellos asentamientos de más larga data, se ejecutan tareas de asesoramiento y acompañamiento a la organización de pobladores en las gestiones de regularización dominial y el mejoramiento barrial. 

Madre Tierra en las Redes

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En nuestros 35 años ya logramos crear 17 barrios, mejorar más de 3200 viviendas, avanzar con 1200 soluciones cloacales y de agua potable y crear 32 centros comunitarios. 

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