Infancias y juventudes: la importancia de su participación para lograr un hábitat justo y adecuado

Un hábitat adecuado constituye un aspecto fundamental para el desarrollo de una infancia saludable con ejercicio pleno de los derechos de la niñez. Por ese motivo, cada uno de los proyectos implementados por Madre Tierra se enmarcan en el reconocimiento del derecho a la tierra y la vivienda como componente central de los derechos de la infancia.

Una de las Líneas de Acción más importantes de Madre Tierra es la de «Hábitat, niñeces y juventudes«. La propuesta de Madre Tierra, para los próximos tres años es que, junto a las comunidades en las que se viene desarrollando experiencias de mejoramiento habitacional, las niñas, niños y adolescentes sean sujetos protagonistas de las acciones. Se promueven espacios en donde las niñas, niños y adolescentes puedan expresarse, y su voz permita dar cuenta de la situación en la que hoy se encuentra la niñez y adolescencia de sectores vulnerables, en relación con el hábitat.

La visibilización de estas condiciones, su sistematización, pero sobre todo la consolidación de organizaciones que los incluyan, será necesaria para la incidencia en las políticas públicas locales que garanticen la protección integral y respeten su interés superior. Trabajar con la niñez desde una perspectiva de derechos es construir ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la sociedad en la búsqueda de un mundo más justo y equitativo.

La importancia de garantizar los derechos de las infancias

Los derechos de las niñas, niños y adolescentes deben ser protegidos, y si bien nuestra Línea de acción plantea la promoción de niñas, niños y adolescentes que sean capaces de asumir la defensa de los mismos, seguimos creyendo que somos las y los adultas/os quienes debemos asumir ese cuidado. Por eso, el proyecto propone que sean sujetos protagonistas de la acción, pero también que exista una comunidad cercana que acompañe y sirva de contención y guía. Las referentes barriales con las que Madre Tierra permanece trabajando en proyectos de organización y promoción comunitaria y mejoramiento del hábitat son las aliadas naturales para dar a esta iniciativa la fuerza necesaria. Madre Tierra buscará fortalecer organizaciones que puedan acompañar y sostener la propuesta a futuro y que las acciones sean sostenibles. 

La niñez en la Argentina está protegida por la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de la Niña, con rango constitucional desde 1994, y por la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes siendo considerados SUJETOS de DERECHOS. Esta ley en los primeros cuatro principios menciona, entre otros, que deben ser protegidos los derechos a LA VIDA; a LA DIGNIDAD y a la INTEGRIDAD PERSONAL; a la VIDA PRIVADA e INTIMIDAD FAMILIAR; y a la IDENTIDAD PERSONAL. Desde Madre Tierra estamos convencidos que se trabaja por estos principios básicos cuando se trabaja por el acceso a mejores condiciones habitacionales de los sectores populares.

Un hábitat adecuado para las infancias

Por otra parte, cuando hablamos de garantizar el derecho al hábitat, afirmamos que se protegen a través de él, el derecho a la intimidad, a la protección, a la salud entre otros.  “Hacer visible las condiciones de saneamiento, de vivienda, de equipamientos son prioritarias para el efectivo ejercicio del derecho a la salud y en particular en los primeros años de vida”. “Los indicadores del hábitat de vida del niño/a son importantes en términos de la dignificación del espacio de la vivienda y el barrio, por sus repercusiones en la salud del niño/a pero también como espacio propicio para el desarrollo de la vida en el espacio de los procesos de formación, educación, crianza y socialización.”

La prevalencia de condiciones habitacionales deficitarias es sustancialmente mayor entre las niñas, niños y adolescentes que entre los adultos, y la población infantil es de los grupos más afectados por las inequidades urbanas.  Según el informe para Argentina, “EVOLUCIÓN DE INDICADORES DE DESARROLLO HUMANO Y SOCIAL EN LA INFANCIA EN PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS (2010-2016)”, la mitad de la población de niños/as y adolescentes reside en espacios urbanos con algún problema de contaminación ambiental. Agravándose cuando desciende el estrato social sobre todo en los espacios residenciales informales. El déficit en la calidad de los materiales de construcción de la vivienda y la situación de hacinamiento afecta a aproximadamente dos de cada diez niños/as y adolescentes en la Argentina urbana. Menciona que la situación de hacinamiento empeoró, en el último año relevado, sobre todo en las áreas metropolitanas del interior del país y resto urbano interior. Las condiciones de saneamiento inadecuadas alcanzan a un 42,5% de la infancia y adolescencia. A pesar del predominio de la pobreza rural en los países de bajos ingresos, en algunos países, las/os niñas/os urbanas/os más pobres sufren peores condiciones que las/os pobres de áreas rurales.

Por todos estos motivos es que, desde Madre Tierra, implementamos proyectos que tengan en cuenta y que garanticen los derechos de las niñas, niños y adolescentes, ya que un hábitat justo y adecuado no puede darse sin que estos derechos sean garantizados.

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