En el undécimo programa de “Cómo Pensamos el Hábitat”, ciclo de entrevistas en vivo por Instagram de la asociación civil Madre Tierra, conversamos con la diputada nacional en representación de la provincia de Buenos Aires Mónica Macha. Actualmente, la congresista por el Frente de Todxs preside la Comisión de Géneros y Diversidades en la Cámara Baja.
Hábitat y Géneros
“Pensar las ciudades con perspectiva de géneros es poner de relieve las desigualdades. Cuando trabajamos en contextos donde está en juego el hábitat, aparecen las distintas situaciones que tienen que ver con las desigualdades de género. Cuando hay situaciones de violencia hacia las mujeres o sin ser tan grave la definición de una separación o de querer resolver un conflicto de pareja, especialmente en determinados sectores sociales, aparece de inmediato esta desigualdad.
En la integración socio-urbana que hicimos en el Barrio Carlos Gardel (El Palomar, partido de Morón) se pusieron de manifiesto estas situaciones claramente. Viviendas habitadas por más de una familia, mujeres víctimas de violencia que no podían dejar su vivienda porque no tenían dónde ir”.
La experiencia de urbanización en el Barrio Gardel
“Esta experiencia, en el año 2004, fue un proceso de gestión muy rico e interesante. El municipio de Morón vio la importancia de incluir a otros sectores, como en este caso a la Asociación Civil Madre Tierra, porque era muy compleja la situación de confianza. La gente del barrio venía de muchas experiencias frustrantes en la relación con el Estado. Se convocó a Madre Tierra, que era primera vez que articulaba con el Estado de Morón, porque había una necesidad de buscar otras voces, que también debieron construir relaciones de confianza.
Madre Tierra armó un grupo de referentes, con un/a representante y un/a suplente por cada una de las cuarenta manzanas, para poner en discusión todos los temas que atraviesan a una familia, a una persona, y les acompañó también en el proceso de diseño de las casas respetando sus necesidades. Había momentos en los que el Municipio debía estar presente, y había otros momentos en que el poder debía circular entre los habitantes del barrio y de Madre Tierra. La intervención de Madre Tierra en el proceso de urbanización del barrio Gardel tiene muchas dimensiones desde donde puede ser analizada.
Llevar adelante un proceso de integración socio-urbana como este significó el logro de un derecho humano básico, como es el derecho a la vivienda y al Hábitat en general. El acceso del barrio a la ciudad estaba vulnerado, porque la gente vivía en muy malas condiciones. La posibilidad de la integración socio-urbana implicaba el acceso a ese derecho. Con casas de material, amplias y ventiladas, infraestructura adecuada, servicios, apertura de calles manteniendo la trama urbana, que permite conectividad.
En este contexto de pandemia, se hace más evidente la deuda con las familias de los barrios que no se urbanizaron y las consecuencias de las malas condiciones habitacionales sobre la salud de las personas. Todo esto pone de manifiesto la tremenda desigualdad social que tiene la Argentina. Y estamos en una de las provincias más desiguales. Buenos Aires, por su densidad, diversidad, heterogeneidad, productividad, es una de las provincias con más desigualdades y quedaron de manifiesto en la pandemia”.
Ley de Alquileres
“Se votó una ley muy necesaria porque pone un tope al atropello y condiciones de la desigualdad hacia las personas que alquilan.
Gervasio Muñoz, referente de Inquilinos Agrupados, explicaba en el año 2018 en la cámara de diputados, la desigualdad a la hora de negociar un contrato de alquiler en una inmobiliaria. El inquilino está en soledad, sin un colectivo que lo respalde, (un sindicato por ejemplo), como puede ser en el caso de otras negociaciones, como las negociaciones salariales.
Esta ley es una herramienta para mejorar las condiciones de quienes alquilan. Costó mucho, porque una de las dificultades era que generaba perjuicios a las grandes constructoras y al mercado inmobiliario.
Es importante tener en cuenta que en CABA hay muchos departamentos vacíos, y a la vez, hay gente que no puede pagar un alquiler, gente en la calle. Es necesario regular el tema de la vivienda ociosa. El acceso a la vivienda tiene que ser una instancia facilitada y sostenida por el Estado. Que el Estado tenga intervención para que ninguna familia quede en la calle o tenga que resignar calidad de vida. Hay familias que tenían que dividirse e ir a vivir a casa de otros familiares porque no pueden sostener el pago del alquiler de una vivienda. Esto provoca deterioro en los lazos sociales, en las relaciones y deja una huella en la vida de las personas.
La Ley alivia la situación de los alquileres y atiende algunos de los puntos más importantes planteados por la Agrupación de Inquilinos”.
Créditos UVA
“Aunque trabajamos mucho sobre estos créditos durante mis dos primeros años en el Congreso, fueron proyectos vinculados a la urgencia, no al largo plazo. Acciones de emergencia, como la prohibición de desalojo, el cálculo de la cuota sobre el salario y no sólo sobre la inflación. Pero sigue siendo un tema gravísimo, no resuelto. Como dicen los damnificados, es un crédito usurero, donde el capital y los intereses aumentan permanentemente.
Las familias tomadoras del crédito atraviesan situaciones agobiantes y nuestro gobierno tiene que dar una respuesta o hacer una propuesta para poder avanzar. Estamos en deuda con las familias y me incluyo. En otro momento buscábamos poner limitantes desde el poder legislativo; hoy esa respuesta la tiene que generar el Ejecutivo.
Estoy a disposición desde mi persona y desde mi lugar en el Congreso. Tenemos desde nuestro gobierno que acercar algún tipo de solución. No sólo en referencia a la vivienda, también en referencia a la compra de autos, cuyas cuotas se han vuelto impagables.
Estamos en una situación económica muy compleja como país, agravada por la pandemia, pero igualmente tenemos que dar una respuesta”.
Aportes para el tiempo que viene en relación a la igualdad
“En esta coyuntura, los feminismos hemos logrado dar visibilidad a tareas y acciones que se vienen realizando históricamente y que estaban como guardadas. La pandemia y la cuarentena muestran las situaciones de cuidado, de violencia de géneros, de niñas, niños y adolescentes, de compañeras travestis trans… Pienso que el feminismo, considerado plurinacional, popular, pueda articular distintas desigualdades y tener propuestas y militancia para cambiar esta realidad.
En pos-pandemia, tenemos que seguir trabajando codo a codo para levantar el país, ponerlo de pie, es una responsabilidad colectiva. Es también una decisión personal y política. Decisiones que cada persona toma a la hora de evaluar cuánto se involucra en la construcción de un proyecto de país con mayor igualdad. Ya no alcanza sólo con lo que yo hago. La desigualdad y sus consecuencias hablan de mecanismos que operan en la sociedad, que tienen que ver con construcciones sociales y culturales. Las tenemos que poder transformar. Tenemos esa posibilidad, que es una posibilidad permanente, en el día a día, no sólo a la hora de votar. Es una decisión de involucrarnos en el espacio colectivo, en la política, en las organizaciones. Cuantas más personas nos involucremos, mejor nos van a ir las cosas. Es una tarea de toda la población. La cuarentena deja a la vista cuánto necesitamos de las personas, de las instituciones, de las organizaciones, del Estado presente. Tenemos que construir un proyecto colectivo para terminar con esta desigualdad que nos atraviesa, y esto implica una definición política y social consciente. No permitamos más un país tan desigual”.
Cómo Pensamos el Hábitat
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